lunes

Y yo no tengo nada que decirle, sabe.
No existe tal aroma a sangre salvaje, no hay una tormenta capaz de tirarnos al suelo, y no existe la sensación de que todo se rebalsa de luz.
No existe el tiempo sabe, nos engañaron toda vida contándonos historias de gente que llega tarde, y al final, terminamos creyéndonos que demasiado tarde existía.
Demasiado tarde existe, siempre y cuando usted se convenza de que lo es.
Yo me quedaría con el nunca jamás, sabe. Nunca jamás se ha escuchado tanto, en tantas promesas… pero sigue ahí, vivo para quien quiera usarlo.
“Nunca jamás dejaré de amarte.”
“Nunca jamás nos caerá el cielo encima, porque nosotros iremos más alto que el cielo.”
Ve? El nunca jamás es eficiente.
Y usted se quejaba de estos días en los que brilla el sol, y hay poesía en cada árbol, poesía con olor a clorofila… Déjeme recordarle…
No existe el tiempo, los que creen en él dirían que han pasado ya 50 años, pero yo no me lo creo. El tiempo está solo para los que se aferran de él, y si nosotros creyéramos en él, diríamos que luego de 50 años, seguimos estando nada más que usted y yo.

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