Y qué pensás, vos, que acurrucado vas a salir a la calle y te vas a encontrar con todos árboles nuevos? No, sabés, hay invierno en la calle otra vez. Y vos a qué llamás locura? a quién, mejor dicho. Porque hay tantas preguntas sin respuesta, y yo me las estoy acumulando todas adentro de la cabeza. Por qué no hacés una fiesta y me invitás a rodar por tu cueva? Como cuando antes, como el año que va a venir, y todo se va a desplomar. Con el acolchado que se reduce a cenizas, a la madrugada que llueve todo el tiempo. Otra vez hablando del tiempo, de metas inconclusas porque no se puede regresar ya. Estamos en la carrera. No se puede volver al año que viene y pedirle una ayudita. Para que no estalle el cerebro, digo. Vos me entendés, porque sabés de los escombros que estoy hecha. Pero me olvidaba de recordarte que no quiero dejar la memoria otra vez.
Si me preguntás, yo siento que, que siento..
Qué siento me preguntás?
Que da vergüenza mirarte a los ojos a veces, porque me até un cuchillo al cuello que tironea cuando me quiero escapar, y lo corta todo. Como una conversación a las cinco de la mañana en una noche bien de otoño. Se corta todo, la respiración y sentir que ni siquiera eso nos mantiene vivos.
Otra vez las mismas canciones nena?
Y qué querés que haga, si todo es tan mierda hoy, que seguir acumulando un poco más no hace ningún daño. Y cuando te necesité, estuviste conmigo. Pero hoy las cosas son tan distintas. Yo me olvido los nombres cuando me despierto, porque estuve soñandote constantemente. Como si te escaparas, antes de despertarme y descrubrir que no dormías conmigo. Pasear por al lado de las rejas que me encierran en la jaula, y entender que las llaves las tengo yo nada más, es justamente por eso que no quiero escaparme a ningún lado, pero me engaño sintiendo que estoy muy lejos otra vez.
Como todo, no?
Como vos, como yo. Como vos.. vos. Qué tan lejos estás de casa hoy?
Las interminables respuestas sin preguntas, las luces desenfocadas porque afuera llueve, adentro también pero no hay nadie para pedir un paraguas. Llena de color está la calle, te animás a salir afuera? No, no te animás. Porque estás echada otra vez encima del colchón en el suelo, qué lástima.. Hoy te habías maquillado para ir a la facultad, y ni siquiera eso hiciste. Ni siquiera eso, que es lo que te corresponde. No?
Tengo dos llamadas perdidas en el celular, da gracias que se me ocurrió mirarlo. Mirá si seguía ahí, en el suelo.. Qué pena daría no? Otra llamada que no atendés, otra salida a la calle que te perdés. Y vos dónde estás ahora, me contás?
Respiraste lluvia hoy?, yo no tuve tiempo, me levanté tan tarde, que ni siquiera sé si no sigo acostada todavía. Por qué no buscás otra canción para que cantemos juntos?.
Cuando te veo se me paraliza el cuerpo, y no sé que decir. Como cuando sentís que te descoloca algo. Debe ser eso, a veces siento que me descolocás. Pero son tus ojos en realidad, viste cómo todo vuelve al mismo lugar? Aunque no lo busques, me podrías explicar otra vez, todo de nuevo? Las canciones no me gustan si están entrecortadas, un contratiempo que sufre cualquier escritor y cualquier persona que quiera volver a sentir todas esas cosas que se pierden con el tiempo. Me disparan letras los dedos y juego a que los sigo para no perderme, porque ésta sensación ya me está cansando, conocer las reglas para después romperlas, eh? qué me decís?. No hay reglas porque no hay nadie jugando. Y si no hay nadie de qué te estoy hablando?
Entendés algo? digo, yo me estoy preguntando si me entiendo o si sólo necesitaba escribirte esto para que lo leas, y no tengas respuestas a mis preguntas, porque vos tenés otras tantas más para hacerme. Se le quiebra la voz al tipo, mientras canta en la calle con la guitarra y empieza con una letra más rara que no sé qué.
Vamos a ver una pelicula?
Pero caminando, asi nos respiramos todo el verano que nos hace falta en los huesos.
Y me chupa un huevo guardar reposo.
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