viernes

No se va a llamar mi amor,
cuando me pierda,
no seré amor.
no seré nada.
Seré simplemente ,
el gran enfisema que no te deje respirar
la lucha constante sobre tu espalda
y las gotas que te empapen los labios cuando tengas ganas de llorar.
El sonido de un blues, de un vaso de whisky rodando por el suelo,
seré mar
o no seré nada.
La canción que te ruede por el cuerpo
hasta llegar a tus pies helados,
fríos de tanto invierno ya.
De tantas palabras escupidas sobre el tiempo
de tantos sermones de antemano.
Seré la piel que se corta, tal vez
un día de noche. Una noche a punto de amanecer
Es que cuando vos te despertás,
afuera sigue lloviendo
y caerse de la cama
al río
a la lluvia constante
al mareo que no me deja caminar.
Cansa.
Seré parte del cielo, envuelto en infierno
o no seré nada.
O seré yo, quién se interponga,
para no querer seguir.

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