Colgarme con los brazos hacia abajo.
Despertarme del sueño. Despertame.
Porque esta niebla no me deja seguir,
no es que no pueda volver. Es que a veces no sé si quiero.
Me diluyo en tu perfume, que lo dejaste impregnado en el acolchado.
Y tu reflejo,
y tu canción,
y tu música, que se pierde, que se diluye
que estás y que no estás
Otra vez volver a la voz quebrada, a las palabras que no me dijiste, y que se te escaparon en sueños, mientras tanto,
te sigo.
Armo todas las figuras posibles con tus lunares, en tu espalda, en tu naríz.
Me imagino que podría suceder si todo estuviera bien, si tu canción favorita no fuese tan triste, y si todas estas palabras no estuvieran vacías. Qué podría suceder, si vos estuvieras acá ahora, conmigo.
Me imagino, sigo imaginando porque el mar me inunda las mejillas, las canciones la mente, y tu voz quebrada, esa que te sale tan bien... por todas partes
Hasta a veces me la creo.
Yo te creo a vos, y te creo tanto que ahora estoy acá
encerrada, un manicomio blanco, la música por todas partes, se sentía bien cuando vos estabas acá.
Pero me freno, un pero en el zapato. Otra vez
Otra vez seguís? Para dónde vas?
Me llevás? Luces por todas partes, gritos por todas partes, tus ojos por todas partes.
Y pensar que te encontraba caminando, y pensar que
tantas cosas para pensar
y me repito, y te repito y repito todo el tiempo la misma canción.
A veces te encontraba. A veces me encuentro y vos no estás.
Por qué hablo todo el tiempo de vos?
porque no te puedo arrancar otra vez, despojarme de la vida entera, despojarme de la luz que me ciega. Perdí la receta, aunque puedo recomponerla.
De eso nos tratamos, y se trata.
Recomponer,
juntar los pedacitos, aunque te cortes con el vidrio que no existe
siempre inventando pedacitos,
siempre reinventando vidrios.
yo estoy acá
el cielo en las pupilas.
El viento llenándome las pupilas. Y todo instalado para que pueda funcionar.
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