domingo

Gracias por hacerme escribir sobre vos, los días van más rápido ahora, aunque las canciones se empecinen en decir lo contrario, o hacer sentir, todas las manos que revienta el viento contra la pared, contra las sábanas. Del olvido, y otras drogas que no sé manejar. Disolvemos, todo queda atado a ese árbol viejo, que no oxigena nada más que las manos, otra vez, son del viento. Con la espera logramos llegar al nuevo día, en la radio dicen que va a llover, aunque el tiempo se encargue de mostrarnos que la primavera está llegando, y cada vez más lejos está nuestro barco. Que dice que estamos nadando, que nunca llegaremos a la orilla. Porque las botellas con mensajes jamás llegan a su destinatario original. Como los pensamientos en los días que no aparecés, y ya casi que me perdí tu voz, por intentar que todo sea como un algo nuevo, como un tornado que estrangula nuestra garganta y se encarga de llevarnos abajo del suelo. Donde siempre estoy. La noche, y no sé si vas a llegar, otra vez la incertidumbre que corre por las venas, y me deja tambaleando de culo al viento, aunque adentro mío parezca que todo está quieto al rededor. No sé de dónde llegan todas esas voces, pero me gustan que estén ahí, en el buzón, esperando ser oídas algún día, algún que otro día. Los pulmones que se llenan del cáncer nuevo de nuestros años, más atrás está el escritorio dónde dejé de escribir en papel. Donde todo se llenó de cenizas, porque acá adentro no podemos fumar, y en el balcón pagamos el precio los pecadores más antiguos. Porque todo está lleno de luces y no estoy viendo nada, no llego al final, y tampoco sé volver a antes. Hacia antes, debajo, toda la ropa que tiraron en un ataque de furia. Siempre está su música que me hace volver, siempre está el árbol, dónde me gustaría haber dejado algo para recordar. Pero así las cosas, así el tiempo, así la música de mierda que te hace lagrimear, hasta que no sientas nada adentro, hasta que el dolor se transforme en las notas cotidianas, y en los fracasos más exquisitos, esos son los recuerdos. Esto es mi recuerdo, que a su vez, se transforma, todo se transforma canta J. y yo me muero de amor todos los días, aunque hace tiempo que dejé de respirar.

1 comentario:

Tino Té dijo...

Tengo ganas de leerte y de dormir.