lunes



He estado tratando de sacarme esta absurda canción de la cabeza, juro que he intentado hacerlo de todas maneras posibles, y no he obtenido resultado alguno. Pareciera que se empeña en seguir hundida en mi mente, cómo si no le alcanzara con tu nombre, tu voz, tu respiración.
Absurda canción he dicho, nadie pertenece a nadie, cómo si eso fuera suficiente para amar, para sentirte.
Juré no volver a poner esa canción en el reproductor, y como siempre, resultó en vano. Maldita melodía, cómo si mi corazón pudiera soportarlo otra vez. Y aquí estoy, basando mi mal humor en una estúpida canción. Querido Jason Mraz, tu canción no tiene la culpa en absoluto, es que las cosas no van saliendo como uno lo planea, y plaf! acabamos por derramarnos en el suelo, cómo si de repente, nuestra base, esa que creímos firme, se volviera parte de una especie de arena movediza, y nos arrastrara.
Hacia qué lugar? En realidad, no lo sé, nunca supe a qué lugar me dirigía, simplemente nadé.
Y tú, qué prefieres? el cielo o el mar?
Te usé como metáfora en mis 500 cuentos, y en cada uno te mostrabas de formas diferentes, lo que no conseguí olvidar, fue tu sonrisa, que se transformó en mi sueño constante. Alguna vez haz sentido que algo se hinca en tu piel? Cambiale el sentido a la oración, te siento en todo mi cuerpo.
Solamente quiero que huya esta absurda canción, y que no regrese nunca.
Quedáte con el boleto de vuelta, te encuentras lejos de aquí, debería de ser más fuerte, ya sabes, como en esos comics, usar capa y tener superpoderes.
Una cosa que no haz respondido aún, qué es lo que prefieres? el cielo o el mar?
Yo creo que tú y yo, podríamos crear algún lugar allí, dónde el cielo se funde con el mar, no importa cuán lejos esté, me sentiría feliz, siempre y cuando tú, estés allí.
En fin, la canción dejó de sonar, y ahora no puedo sacarte de mi.
Otra vez.

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