La vida dice demasiado.. a veces.

Y que de una buena vez, nuestros ojos rebalsen de mar. En los ojos humanos la visión es mayor a los doscientos grados y me niego a creer que sólo esa sea la cantidad de cielo que podemos ver. Hay gente que puede pasar días sin levantar la vista.. y dicen que en el aire somos todos iguales. Un día casi me creo que Napoleón murió de gripe A.

A veces me gustaría pisar el cielo. Hemos sido nubes, hemos sido mar, hemos sido infierno, hemos sido ya. Dónde van los sueños cuando no se cumplen? He aquí que hemos encontrado la respuesta a cada interrogante y por qué nuestros ojos no quieren cerrarse si estamos solos. Hace tiempo que estoy escapando de los ruidos del fondo de casa, ni si quiera sé que hacer para ya no oírlos. Y me pregunto dónde estás y por qué te extraño tanto si el reloj a penas cuenta cerca de veinticuatro horas que estamos lejos. Quiero escribir un cuento en media hora, que hable de nuestros inviernos, pero no te encuentro. Y me pregunto por qué no vienes a salvarme.

Te extraño muchísimo.