Porque existe el cielo por el cuál sentimos que caminan nuestras desgracias, y vamos tirando de una soga mientras el dolor nos llega hasta la planta del pie. Recorrimos todos los parques y los porqués, buscando alguien que nos invitara a salvarnos, y a llevar nuestro cerebro lejos de este sol que raja la tierra. (Lo que pasa es que la gente no sabe, el sol nos hace metamorfosis, porque nosotros somos el invierno, el invierno hecho viento, eso sí.)
Y hoy, todo el mundo sabe que ando con ganas de huir, porque esos platos no van a lavarse solos, pero este mini veranito me trajo algunas alergías, y alegrías, por qué no.. si toda la vida andamos caminando por el parque, por los porques.
Llenad las cabezas de porqués indescifrables y luego largad todo al mar, os aseguro que el mar nos llenará de golpes, pero estaremos a salvo.
Os aseguro
Os aseguró, que la vida iba a correr lento, no como esas nubes que juegan carreritas, o esas gotas que hacen el amor en el vidrio mientras llueve. Mentira, la vida corre más y más rápido, como si descubriera que ni el mar puede tener razón.
A veces siento que me falta un tantito de voz, un poquito de vos.
Y cuando despierto de la siesta descrubro que estás al lado mio, es por eso que pude dormir en paz, pienso.. porque te respiraba constantemente. contando... uno, dos tres... uno dos tres... y no me atreví a mirarte dormido, porque dicen que los ojos se te quedan ahí para siempre... me contaron... no sé la verdad. A veces creo no saber nada, porque siento que jugaría a atrapar nubes todo el tiempo, pero al rato se me da por crecer.
Porque nosotros caminamos sobre el cielo, y caímos al mar.
Porque estabamos cansados de jugar carreritas, y porque a mi me contaron
que si uno llena un vaso de preguntas indescifrables y de porqués atómicos, el vaso se llena de mar.
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