miércoles



Y llegaremos, porque ellos saben que nuestras encías siguen llenas de palabras para vomitar, un torrente de sangre en las venas que se escapa en cada parpadeo, porque busca llegar a donde estamos. Y no tiene más fuerzas porque el agua se le quedó estancada en los oídos en el verano del 78', cuando la sangre los hacía correr y soñar con algo más fuerte.
Hasta que despierten.
Hasta que aparezcan.
Nosotros somos nidos, y nos caímos de las ramas porque ya no nos importó seguir mirando a través de la paja.
Nosotros quisimos ser aves, por eso estamos acá.
Hasta que despierten. Hasta que aparezcan, hasta que nuestra sangre se vuelva roja y nuestros ojos disparen fuerza.
Nosotros somos la búsqueda.
Y hasta que despierten, hasta que aparezcan, seguiremos cayéndonos de las ramas.

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