domingo

Y llovió boludo, sabés, llovió.
No, pero vos no entendés, yo estaba ahi, llovía, había truenos por todos lados, y esa sensación de que se te va a caer el cielo encima, cómo cuando girás mucho viste? que girás mucho y cuando frenás, plaaf! no entendés nada, no entendés a dónde estás ni siquiera sabés por qué estás ahi, bueno, así.. Llovió, llovió y estabamos durmiendo. Y entonces yo pensaba, que como podía ser que el cielo se volviera tan injusto, si sabía que la vida iba a terminar ahí, que por qué, por qué estaba lloviendo, yo no entendía nada, ni siquiera sabía por qué estaba ahi, contandole todos los lunares de la espalda otra vez, tratando de que las calles no estuvieran rotas, no hubiera pozos, no hubiera esos autos de mierda que te mojan cuando menos querés estar mojado. Porque vos sabés, boludo, vos sabés a mi me encanta mojarme, pero ese día no tenía que llover, y llovía a chorros entendés, a chorros, a baldazos, a lágrimazos.
Llovía, llovía y no me importaba nada más porque estaba lloviendo, y estabamos durmiendo, o no, que se yo, yo no entendía nada, yo sólo me sabía la parte de que estaba lloviendo, y las sabanas se me enrroscaban en el cuello y yo pensaba que me iba a ahogar, pero que también quería que ese auto me empapara, porque sabés que boludo, hace un montón de tiempo que no me mojo enserio. Que no piso un charco apropósito, llevo tanto tiempo encerrada acá afuera, contando las horas porque no me animo a caminar sin soltarlo, entendés, los días más grises boludo, la furia entera hecha canción, y el cielo que me aplasta porque se enoja, sabe que yo no sé caminar, sabe que yo no puedo volar que se me escaparon las ganas o no sé. Vos me entendés, no? vos sabés de lo que te estoy hablando, de que estabamos ahí, llovía pero en realidad llovía adentro, o no sé, no sé dónde estaba lloviendo, no sé ni siquiera si yo estaba en su cama o él en la mía, es que ni siquiera sé. Te juro que no me acuerdo nada más del sonido de las gotas en la ventana, en la chapa, en mi sien. En todos lados, se me inundaban los ojos, me quería despertar pero no podía, porque la sábana me estaba ahogando, como tantas otras promesas que me ahogaron, en las que me ahogué. Te acordás boludo, dale si, yo sé que vos te acordás, yo te prometí que iba a ser fuerte con este tema, pero que querés boludo.. estaba lloviendo y no me importaba más nada.
No, yo no me quería despertar, yo no quería volverme a mi casa, yo no quería ese viaje en bondi de cuarenta y cinco minutos, entendés, yo quería quedarme jugando, que la lluvia me liberara de una puta vez, y no, boludo, yo no sé que estás pensando, yo no soy fuerte, no entiendo y la verdad que no entiendo , donde van las promesas si no se cumplen, los sueños. A dónde van?
Por qué estás tan callado boludo, respondeme, dale, si estás ahi, respondeme.
Por favor, no ves que te estoy contando que afuera estaba lloviendo, que el mundo se estaba por caer, que todas las canciones que se habían inventado yo pensaban que eran para nosotros, y no, sabés que me di cuenta que no, que no hay ninguna canción que nos exprese, no hay una puta canción en todo este puto mundo boludo, entendés. No hay más canciones ya está, se escaparon todas, porque afuera estaba lloviendo, y yo me estaba muriendo de amor otra vez, estaba ahí, con las cartas en la mesa, con el número exacto de los lunares en su espalda, con las promesas todas hechas mierda, pero estaba ahí, eran las nueve, las diez, que se yo que hora era, si ni siquiera me acuerdo adónde estaba. entendés boludo.. estaba lloviendo y era febrero.

No hay comentarios: