jueves

Destruir algo hermoso, agonizar en la hamaca porque se quebró la cadena que te ataba al suelo, te caiste al cielo y pensás que es mejor esconderse. Gritar, fuego por los oídos, estás cansado de escuchar y no entender nada, las bocas que cada día están más enmudecidas y vos, que estás ahí sin poder dormir.
Boca ancha en este viaje, las profecías te las venden en un pan, ¿Por cuánto te vendés? y dejame decirte una cosa, vos no estás acá como nosotros, no, vos estás allá, bien dormido, parado en la linea que te diferencia de los demás. Porque pagás todo a un precio muy alto.
La vida es correr descalzo, puede que sea mucho más que eso, pero no es tiempo de minimices ahora.
Afuera llovizna del frío, ¿qué pensás hacer al respecto? Besame que estoy muerta, dice, y se le cae la piel de los pulmones. En el fondo, un mar de flores que son amarillas, chiquitas, saludan y no se enteran de esta ola polar, hace veintisiete meses que hablan de la ola polar, creo que hace cuarenta y ocho que llegó a nuestros corazones, con un paraguas para el sol y para esas mañanas donde solo hay muerte.
No grites tan fuerte porque me vas a ahogar, y caminando estamos todo el día. Hasta en la cama. ¿Por qué sos tan suave cuando sonreís?
Me mezclo, de los dedos se escapan canciones, de cuna, de celda, de cárcel. Húmeda, fría, sonriente está la Luna, el mar, con mayúscula por favor, y pagar el boleto mínimo para quedarse dormido. Entre las manos, los pies, los estornudos. Enfermedad por todas partes. Magia
Por todas partes
Que me hagas música en los ojos quiero.
no morirme a cada rato, también.

2 comentarios:

vientoymar dijo...

bellisimísimo

vientoymar dijo...

(pero no soy vientoymar, soy el flaco de Wisconsin, corriendo descalzo)