Confundirte el cielo con el suelo y estrellarte. Soltarte de la soga, porque te quebraba los tejidos. Estar siempre en el mismo lugar. Corro, porque caminar pierde mi tiempo, pero da lo mismo, estos pies nunca van a moverse. Las dudas, no estamos más solos, me dice. Si intento contar las veces que nos disparamos voy a terminar por ahogarme en toda esta mierda otra vez. Esta vez, te grito. Porque el pecho se me abre en dos y la puta madre que nos parió, el frío no me deja respirar. Adentro, algo que siente. El cuaderno a estrenar, cuando en mi cabeza estallan las hojas, y repito todas las canciones para no olvidar éste, justo éste momento en el que estoy muriendo. Para renacer. De eso se tratan todas las figuritas de mi álbum. Pero sucede que ahora no existe nada más que me destruya por dentro, que el ácido se encarga de todos los recuerdos, nos enamoramos de las situaciones, oí por ahí, invierno de mierda, dicen, mientras nosotros nos escondemos de todos los demás.
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