lunes

- Las fuerzas las tengo adentro, guardadas en mis brazos. Unos dientes llenos de sangre, ésta vez, el escorpión está adentro, en mis pulmones, planeando el gran escape para el mejor postor. Como llorar, pero sin lágrimas. Como esa pesadilla que te dice que no duermas, que me dice que no duerma, que no dibujes.
A mi me enseñaron a creer en los finales felices, donde nadie muere, donde nadie debería hacerlo. Y mis manos están vacías, todavía no pasó la gracia por acá, todavía me despierto sin poder gritar, donde nadie me enseñó a estar, estoy.  En ese punto justo, en todos los puntos justos donde hay contraataques. Donde estamos vos y yo, creo que te enseñaron bien el escape. No tengo plan de emergencia, esta vez, el escorpión perforó los pulmones y logró salir, tengo tobillos muy frágiles como para correr, y además, el cigarrillo, y además tus ojos, tu respiración y verte dormir, y verte reir, tu risa esconde amor, días de lluvia al lado del rio esconde. Pero yo no tengo donde correr, el pecho se me atraganta acá, en el punto justo, en mis huídas previstas, en los besos de la madrugada. Porque no aprendí a pelear contra el insomnio, no aprendí jamás. No tengo llanto, no hay lágrimas en mis ojos, creo que El Leviatán se llevó todo de mi.
No sé las letras que se pronuncian en una despedida, jamás escribí una carta tan larga, un cuento en media hora. Y me emociona verte llegar. Me emociona verte volver, siempre supe que soy demasiado cobarde para decidir cuál es mi canción favorita, y ésta es, de la forma que ardieron tus ojos, amor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=AOdy9_-rkrI