Platón se enamoró de Caperusita, y vivieron felices para siempre. Error primero, nadie vive feliz por siempre.
Cómo si no conocierais los finales de película.
Ahora bien, resucito y me enseñan natación, estoy cansada de los refranes, que escupe tu nariz.
Terminé por enamorarme de Macedonio, y Julio Verne me regaló flores, no puedo corregir mis pies. Acuérdate que las computadoras mienten, y las miradas también. Nadie está excento al error. Y peter pan se cayó por las escaleras.
Es como todo cuento, si? sólo a las chicas lindas le regalan chocolates. y Julia Roberts se tiró sin paracaídas.
Conseguí enamorarme de la ola polar, quizás prepare mejores cafés que Cortázar, y quien no leyó alguna vez una historia repleta de mentiras?, nadie se enamora del viento. Cierto, tú eres la excepción a toda regla.
Y te paseas como si nadie pudiera verte, cuando eres el hazme reír del mundo.
Canción patética que suena de repente, no iré en busca de la felicidad, me enteré que Platón y Caperucita tuvieron hijos.
Espero que no sean enanos.
En fin, no vuelvas.
2 comentarios:
seguro que a piter le quedo el ojo mocho.
1tengo una idea para mi visual.
segundo, yo se qe vos crees en los finales de pelicula.
estan ahi, pero son la figu rara del album de los osos mañosos qe escuchan metal y abrazan copado.
tercero.(y siempre lo tercero ñoño y barato) es qe a las chicas lindas les regalan chocolates caballeros de armadura reluciente, pero qe no lustran ellos ni saben de qe color es el viento. a las chicas qe valen la pena, se les regala manzanas verdes.
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